“En fin” es una expresión versátil. La podemos utilizar para mostrar pena, enfado, melancolía, perplejidad, o como colofón de una carcajada. Esta locución puede incluso albergar todo este abanico de sentimientos a la vez. En ocasiones va acompañada de un suspiro o sirve para rellenar silencios incómodos en conversaciones tanto triviales como complejas. “En fin” también resume o aclara lo que acabamos de decir, y cierra historias que reclamaban a gritos un final necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario