domingo, 8 de agosto de 2021

8/8


Despierto, pero sigo durmiendo,

y sueño, por ejemplo, que vivo;

que voy al baño y me lavo la cara 

y me cepillo los dientes

golpeados por un año confuso.

Es un domingo nublado de agosto

y yo me siento una nube

que se desliza y llora y nada y vuela.

Me aferro a esta silla para no caer

                                 y me abrazo fuerte:

“te quiero, niña imperfecta y sensible,

el cielo hoy lloverá tus recuerdos tristes”.