jueves, 13 de abril de 2023

El invierno ha terminado pero a penas empezó

 

No hay vida en este cuerpo

hambriento de afecto,

que rota por un laberinto de setos 

impresionantes 

y espejos distorsionados.


Lo que no ves, ya nunca será.

La rabia me abre la puerta 

y me encuentro con las olas,

que oscilan como yo.

Ahora veo, por fin me veo, 

y con pasos pausados

la arena marca la hora

de mi verdad.


Así mi cuerpo se libera y siente

que algo se aproxima;

soy instinto y razón.

Un río de sangre recorre mis piernas

y nos aliamos con el mar.