No sabes de las veces
que ha llovido tu nombre
desde mis dedos raudos,
impulsados por un viento
que gimotea palabras
traslúcidas, cansadas
traslúcidas, cansadas
- no era
nuestra
vida.
nuestra
vida.
Hay pensamientos
que como nubes se elevan
al calor de un verano claro
al calor de un verano claro
y en algún lugar se abrazan
a tus nublos de tormenta.
Es así que lloran juntos
y entonces, mis manos
gotean tu nombre.
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